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Villa Constitución 07/06/2023

“A los 4 años tenía un caballo en el patio de mi casa”

Ex competidora de salto en equitación, hoy posee su escuela en la ciudad. De niña nació el amor por estos animales y, en lugar de un perro, su mascota era un poni.



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VALENTINA COLAZO (23) comenzó a los 6 años a practicar equitación, realizando saltos en el club Belgrano de San Nicolás. Su trayectoria en esta “no tan conocida” disciplina la llevó a obtener grandes logros y actualmente, se transformó en docente y posee su propia escuela en Villa Constitución (Avenida del Trabajo y Teniente Ramos).
Esta joven deportista derrochó calidez en el programa “RETRATO”, que conduce Marcelo Pellegrini los lunes a las 21.15 en Canal 4 y por Facebook Diario La Ciudad. 

¿De qué manera nace tu amor por los caballos?
“Desde bebé yo ya montaba con mi familia y a los 4 años tuve mi primer caballo. Sé que es raro, porque todos tienen un perrito o un gatito y yo tenía un poni en el patio de mi casa”.

No puedo creer lo que me contás… 
“Fui idea de mi papá (Pablo), jajaja. Yo le insistía mucho porque amaba estos animales. La familia de mi mamá (Claudia) trabajaba en un haras de caballos de carrera y yo iba siempre a Buenos Aires, donde estaba el lugar. Así fue que me empezaron a gustar, me enloquecí con ellos y lo convencí a mi papá para que me regalara el poni para mi cumple”.

¿Dónde vivía el poni?
“En el patio de mi casa”.

¿Tenés un patio grande?
“Para nada, mi casa es normal y con un patio normal, casi chico. Ahí dormía por una cuestión de seguridad y de día estaba adentro de la cocina, el living, jajajaja. Hasta tengo que decirte que se trataba de un caballo bastante grande, a pesar que era un poni”.

¿Tu mamá cómo lo tomó?
“Ella estaba loca, tenía que limpiar todo el tiempo, le pateaba la puerta y todas esas cosas, pero yo estaba todo el día con el caballo, antes de ir a la escuela y cuando venía. Tengo que agradecerles a mis padres porque me apoyaron siempre, no cualquiera se banca un caballo en su casa”.

¿A partir de esa situación decidiste vincular tu vida a ese animal?
“Podemos decir que sí. Al principio yo quería correr carreras, pero en la zona no había nada para eso y además, era peligroso. Buscando por otro lado, mi mamá encontró que se daba equitación en el club Belgrano y me llevaron de sorpresa. Llegué y me encantó porque estaba lleno de caballos y comencé con Gustavo Reinoso, mi primer profesor”.

Contame…
“Empecé a ser saltos a los 6 años con caballos de escuela y muy mansos, así que enseguida yo monté sola. Te cuento que al poni lo utilizaba para ir a la casa de mi abuela, que era bastante cerca. Iba de barrio Parque Industrial a barrio San Lorenzo”.

El caballo se compra, ¿cuál es su valor aproximadamente?
“Depende lo que uno quiera, pero un caballo de salto sale mucho más que un auto, con precios muy variados. Se trata de una compra muy personal porque depende mucho para qué lo querés. Lo que hay que tener en cuenta que el animal posee un mantenimiento que no es menor y que vive un promedio de 30 años”.

¿La equitación es un deporte peligroso?
“Para nada. Yo me caí millones de veces y siempre tenés los elementos de seguridad que te protegen. Es una actividad muy reglamentada y se respeta mucho ese control”. 

¿Te gustaba la competencia?
“Siempre me gustó entrenar y de hecho, me perdí salidas y pijamadas con mis amigos por ese tema. Mis padres me apoyaron y el profesor también. Tuve un equipo atrás mío con mi familia, los amigos, los profesores, el caballo”. 

¿Cómo se construye la relación con el animal?
“Es difícil, pero son muy cariñosos y sociables. Te brindan mucho amor y depende del binomio que puedas conformar. Si tu estado de ánimo es bueno, el caballo se da cuenta, porque se manejan mucho por el lenguaje corporal que puedas transmitir. Y nosotros nos damos cuenta cuando está frustrado porque algo no puede hacer o no entiende”.

¿En tu escuela tenés varones y nenas?
“Tengo alrededor de 25 alumnos de ambos sexos. Recuerdo haber comenzado con dos alumnos y se fueron sumando cada vez más. Son chicos muy comprometidos con mucha pasión que les enseñamos salto y algunos ya compiten. También tenemos adultos que van a aprender a cabalgar”. 

¿Los interesados en qué horario pueden acercarse a tu escuela?
“Prácticamente estoy todo el día. Arranco a las 9 de la mañana hasta la noche, porque en el lugar tenemos luz, así que podemos entrenar hasta tarde”.