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Villa Constitución 26/09/2019

Apasionado con la palabra y comprometido con la realidad

El joven periodista de Canal 4, Frecuencia Show y La Ciudad valora el trabajo en grupo y es un apasionado de la radio y la televisión. Sueña con conducir su propio programa de TV, de análisis político; y un magazine radial con muchos columnistas, donde la palabra sea la protagonista.



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Tiene 22 años, vive en el barrio 25 de Mayo, y desde hace más de dos años, todas las mañanas recorre las calles de Villa Constitución, a cargo del móvil de Telenoticias Canal 4 y Diario La Ciudad. Comenzó su actividad profesional en Radio Litoral y es un apasionado de los medios. Actualmente se desempeña también en Frecuencia Show y Radio San Nicolás AM1430, donde su voz se identifica automáticamente con la realidad local, que conoce a la perfección.

Invitado al programa que conduce Marcelo Pellegrini, por Canal 4, el joven contó sus inicios en el periodismo, sus sueños e ilusiones, además de revelarnos algunos detalles sobre sus orígenes, su familia y sus gustos. Mate amargo en la mañana, el programa de Guido Kaczka y la novela de la noche, los domingos a la cancha… y mucho, muchísimo trabajo en los medios del grupo en cada jornada.

¿Dónde naciste y cómo se compone tu familia?

Nací el 26 de enero de 1997 en Empalme Villa Constitución, pero de manera fortuita porque en esa época muchos villenses nacían en la Clínica; siempre viví en el barrio 25 de Mayo, soy de Villa Constitución. Mi papá es Eduardo Miguel González, más conocido como “Lalo”, y mi mamá, Rosana Elizabet Fontana. Tengo un hermano mayor, Emiliano Ariel, que me lleva ocho años y ocho meses, un tallarin que se fue a vivir en Neuquén hace siete años; ha sido para bien, así que lamentamos la distancia pero estamos muy contentos.

¿Cómo recordas tu infancia?

Jugábamos en las calles de Talleres con una banda muy linda, sobre todo a la pelota, éramos el terror de los portones y de los autos, siempre se generaba alguna discusión con los vecinos porque éramos un poco revoltosos, pero todos buenos chicos. Las noches de verano, el plato fuerte eran las escondidas, algo que hoy ya no existe, por razones de seguridad.

¿A qué escuela fuiste y con qué compañeros?

Siempre fui a la escuela Hijas de Cristo Rey, desde la sala de 4 años hasta finalizar la secundaria. Compartí la escuela con Mateo Ciudad, Ignacio Beteret, todos deportistas, yo no fui para ese lado, claramente. Me gustan los deportes pero no me dio el físico, eso de entrenar no era para mí.

¿Qué materias te gustaban más?

Siempre me fue bien en Lengua pero era un desastre en Matemática, en cuarto y quinto me la llevé a marzo. En el resto de las materias me iba bien, excepto Química, que tiene ese componente matemático que siempre me complicó en la escuela.

¿Cuándo te diste cuenta que querías ser periodista?

Es algo que me gustó toda la vida. De chiquito jugaba al programa de televisión, hacía un micrófono con fibras y me tenían que bancar en mi casa. Me sentaba a ver la tele y escuchaba radio con mi abuela, algo un poco más raro para un chiquito pero siempre me gustó, fue mi vocación y lo tengo incorporado.

¿Qué programas de TV te marcaron?

En la niñez me marcaron Caiga Quien Caiga (CQC) y Mario Pergolini, porque fue pionero y por la impronta que tenía ese estilo de periodismo. También miraba a otro conductor, la antítesis, Marcelo Tinelli, con El Show de Video Match. En el periodismo, Luis Novaresio y Jorge Lanata, con su Día D.

¿Cuál es el tema que más te preocupa como ciudadano?

Me preocupa de qué manera se va a diversificar la producción en la ciudad en los próximos años, teniendo en cuenta que somos muy Acindar dependientes.

¿Cuál crees que es tu mayor defecto y tu mejor virtud?

Mi peor defecto es que soy un poco cabrón. Me enojo fácilmente cuando las cosas no me salen. Y mi mayor virtud quizás sea el trabajo en grupo, no sé qué opinarán mis compañeros (risas).

¿Dónde comenzó tu tarea como periodista?

Empecé en Radio Litoral, de la mano de Humberto Cabrera y Elio Cabrera, que me convocaron para reemplazar por un tiempito a Maricel Cabrera. Había dejado el curriculum y me llamaron en octubre de 2016, donde me inicié con la parte deportiva en el programa de la mañana que conducía Luján Cabrera. Tenía solo 18 años, fue una experiencia muy linda.

Y estás estudiando, ¿cómo te va en la carrera?

Muy bien. Había comenzado la carrera de Comunicación Social, ahora estoy estudiando Periodismo, en segundo año, en el ISET Nº 18, de Rosario. Es una carrera muy linda. La mayoría de mis compañeros son de Rosario, pero también hay chicos de Entre Ríos, de Chaco, hasta de Bariloche y muchos extranjeros.

¿Te gusta conducir o hacer tu programa en vivo en la tele?

Me fui soltando, en especial desde que me dieron la confianza para hacer el noticiero de los viernes. Al principio sentía ese sudor en las manos, por la adrenalina de hacer un programa en vivo. Me gustaría hacer un programa de análisis político, abordando un tema específico o haciendo la entrevista en la oficina o el lugar de trabajo, ese tipo de formato. Y en la radio quisiera tener mi propio programa, con muchos columnistas, sería un magazine con una entrevista picante e incisiva al final.

Para muchos periodistas, por la cercanía con los políticos, resulta una tentación dedicarse a la política. ¿Cómo te ves?

No lo creo. No me veo en una carrera política. Está todo muy diluido, las propuestas son siempre las mismas, más allá del color político. Sí, quizás desde el lado de prensa, pero no como dirigente. Eso lo descarto.

¿Hubo alguna persona que cambió el rumbo de tu vida?

Muchas personas me ayudaron un montón, pero he tenido un amigo entrañable, Raúl Yusá, que me acompañó en momentos difícil. Nos juntamos a comer seguido. Es alguien que me ha dado un espaldarazo muy importante en mi vida.

¿Qué corregirías de tu forma de ser?

Los nervios. A veces son desmedidos. Como me pasó la primera vez que salí al aire, había unos nervios que no eran para tanto. La incertidumbre me pone muy nervioso. Me hago mil preguntas cuando arranco algo nuevo.