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Villa Constitución
Los “Mellis” Fasil: amor por el fútbol
Toda una vida juntos. El deporte los unió aún más y después de tantos años de experiencia deportiva, nuevamente el trabajo los encuentra codo a codo en nuestra ciudad.
DAVID Y DARÍO (44) fueron los invitados del pasado lunes a “RETRATO, en vivo” (21.15 por Canal 4). En diálogo con Marcelo Pellegrini contaron su historia, que se inició en la Clínica de Empalme y de manera conjunta para nunca separase, ya sea en su desarrollo en el fútbol local, nacional e internacional; como en sus respectivos trabajos actuales.
Todavía le pegan a la pelota…
DARÍO: “Para nosotros el fútbol es una pasión y hasta el día de hoy seguimos jugando. Nos mantiene vivos, nos gusta, nos da la posibilidad de disfrutar de una cancha y amigos, con nuestras limitaciones, porque tenemos una edad en la que hay que tener ciertos cuidados. Hasta donde podamos, vamos a seguir jugando”.
¿Son mellizos y gemelos?
DAVID: “No tenemos claro cómo es la explicación, pero el médico lo afirmó. No me acuerdo si somos de distintas placentas y la misma bolsa o la revés… pero se da un caso en un millón dentro de la medicina y nosotros somos esos”.
¿Cómo es en la vida diaria esa situación?
DAVID: “Increíble. Cuando éramos chicos, nos matábamos y nos peleábamos todos los días. Imaginate que en sexto grado de la primaria nos cambiaron de salón porque éramos insoportables. Pero lo llamativo es que cundo nos separamos, estando en River Plate y mi hermano se fue a Independiente, para nosotros fue muy complicado”.
Contame…
DAVID: “Es que ahí nos dimos cuanta lo unido que éramos. Si yo me quería comprar algo, hasta que él no me daba el OK, yo no lo compraba y lo mismo al revés. Éramos como una misma persona, pero al principio no nos dábamos cuenta. Hasta íbamos al supermercado, la verdulería y lo que te imagines, juntos. Cuando nos separamos, fue muy traumático”.
¿A partir de eso se unieron aún más, se extrañaron más?
DARÍO: “Exactamente. Conocimos sentimientos nuevos y cada mes y medio nos juntábamos para vernos, pero eran momentos cortos. Creo que ahí comenzamos a ver las cosas de otra manera”.
¿Dónde se iniciaron futbolísticamente?
DAVID: “Arrancamos en Riberas todo el fútbol infantil y en el juvenil, nos fuimos a Talleres, porque teníamos a nuestros amigos y vecinos, los Bellessi, con quiénes, además, nos sentábamos juntos en la escuela”.
¿Darío vos debutaste en la primera local siendo un nene?
DARÍO: “Yo a los 12 años jugué en Reserva y a los 13 años debuté en el clásico Talleres-Riberas en la primera. Una locura… tenía de compañero a Rubén Galarza, Walter Castromán, Daniel León, unos monstruos, imagínate lo que fue para mí”.
¿Cómo llegan a Buenos Aires?
DARÍO: “Más o menos en el año 1993 comienza la Academia Duchini y nos llaman para entrenar con casi 200 chicos de todo el país y con profesores de gran nivel. Así es que con mi hermano terminamos en River. Después anduvimos por Independiente, San Lorenzo y clubes de afuera”.
¿Se enfrentaron alguna vez en la cancha?
DARÍO: “Yo jugaba en Independiente de titular y mi hermano para River de suplente. Yo era 3 y el 7, así que si entraba, iba por mi lado. Y lo hicieron ingresar, pero se ve que tuvo miedo y se fue para la otra punta, jajajaja”.
¿Conociste muchos jugadores que luego triunfaron en el fútbol profesional?
DAVID: “Muchísimos… yo compartía la cucheta en la pensión de River con Walter Ervitti. Yo estaba arriba y él dormía abajo, pero había muchísimos chicos que jugaron en la primera. Lo mismo que cuando me fui a San Lorenzo, que a los pocos partidos, me llevan a entrenar con la primera y, sin querer, le hago un caño a Ruggeri, que me apuró en la cancha y luego me fue a buscar al vestuario, pero todo en broma”.
¿Háblenme de sus trabajos actuales?
DARÍO: “Cuando dejamos el fútbol, que lo hicimos muy jóvenes, empezamos a trabajar y estudiar algunas carreras cortas. Actualmente tengo mi propio negocio que es ´Mimbrería Pacífico´ y lo comparto con mi hija Angelina, que es maquilladora profesional”.
DAVID: “Yo le proveía para su negocio de todos los artículos, porque muchos años yo me afinqué en Tigre, al lado del Puerto de Frutos, donde va tanta gente. Después de la pandemia y por algunas otras situaciones, decidí empezar a trabajar con mi hermano”.