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Villa Constitución
“Yo salía con amigos los 365 días del año”
Nacido en Villa Constitución, dejó el colegió siendo un adolescente para comenzar a trabajar y formarse en la “academia de la calle”. Hoy es uno de los titulares de ROLOP S.A.
“KUKA” ROMANELLI (51) en realidad se llama Julián, pero muy poca gente lo conoce por su verdadero nombre. Su padre le decía “Cucaracha” porque era muy delgado y “no paraba, me metía por todos lados como ese bicho” y así, fue quedando un apelativo que terminó siendo más corto, pero que reemplazó al que figura en el DNI.
Invitado al programa “RETRATO” que conduce Marcelo Pellegrini (lunes 21.15 por Canal 4), contó parte de su historia.
Poco estudio y mucho trabajo
“Nunca me gustó ir a la escuela. Yo iba a la Normal porque me quedaba cerca y mis padres me mandaban. Ya en la secundaria, también en la Normal, empecé a faltar sin que ellos supieran porque no tenía ganas de estudiar, no era lo mío”.
Hasta que tus padres se enteraron que te hacías “la rata”
“Claro. Una portera me entregó, jajaja… Ella vivía a la vuelta de casa y cuando pasaba y veía a mi papá o mi mamá decía: ´Hoy tampoco fue el nene´. Así se deschavó porque mi papá empezó a preguntarme que habíamos hecho o estudiado y yo le inventaba hasta que un día se cansó de las mentiras y me mandó a trabajar”.
¿Cuántos años tenías?
“15 o 16, no recuerdo exacto y comencé a trabajar en el Bar Play Boy, que estaba ubicado en calle Jujuy casi San Martín, que pertenecía a Biancucci. Iba todas las mañanas y me encantaba”.
Contame quiénes atendiste en el bar, porque se formaban mesas inolvidables
“A la mañana iban los trabajadores portuarios en un turno y después, me acuerdo mucho de una mesa de café que la formaban Stradella, Bracalenti, Riganti, Ramini, ´Ratón´ Gasparini, ´Carpincho´ Sosa, ´Vichaca´, Marrone, Rubicini y algunos que me olvido. Cuando jugaban Boca/River o Talleres/Riberas, detonaba el bar”.
¿Cuánto tiempo estuviste?
“Hasta casi los 30 años. Cuando me fui llorábamos los dos con Biancucci porque la verdad ya éramos familia”.
¿A qué lugar fuiste a trabajar?
“A la heladería Giorgio en 14 de Febrero. Hice un reemplazo al hijo de Biancucci que trabajaba allí. Lo cubrí y terminé quedando haciendo los repartos del negocio. Estuve muchos años y vi cómo se fueron mejorando muchas cosas que lo hicimos entre todos. Igual te digo que en un comienzo, a la mañana seguía en el bar y por la tarde en la heladería”.
¿Cómo eras de chico?
“No paraba… tenía una barra que salíamos los 365 días del año, volvíamos tarde porque comenzábamos en el club Náutico, de ahí a Atlético Empalme porque tenía amigos allá y nunca se sabía a qué hora regresaba a casa. Yo siempre cumplí en el trabajo, pero me gustaba mucho la calle, como ahora”.
Y ahora que creciste en responsabilidad y sos padre, ¿cómo manejás la paternidad con Gianna, tu única hija?
“Para mí es alegría total, más allá que me hace renegar por su edad. Salimos, vamos para todos lados y ella vive conmigo, porque yo estoy separado. Yo le digo que me elige por comodidad, porque sabe que trabajo mucho y ella está sola en casa y hace lo que quiere…, pero nos llevamos muy bien y yo le estoy muy encima, demasiado quizás para la edad que tiene”.
¿Creés en Dios?
“Soy católico, aunque no concurro a la iglesia, pero sí creo, voy y colaboro con las iglesias y con las instituciones en general”.
¿Sos un hombre de peñas?
“Tengo algunas con distintos grupos de amigos. Nos juntamos a comer, jugamos a las cartas y desarrollamos un juego de truco sin ver las cartas y nos reímos mucho, escuchamos música de los ´80 que es la que me gusta, hablamos, nos divertimos y la pasamos muy bien”.
¿Tenés algún proyecto en lo laboral o familiar?
“A mí me gustaría dejar de trabajar de esta manera dentro de unos años y para eso estamos con mi socio, desarrollando un proyecto para eso. Nos gustaría tener en Córdoba un complejo de casas o cabañas y poder vivir de eso y de esa manera. Dejar de levantase a las 6 de la mañana para tener otro tipo de trabajo y de vida. Nos llevará un tiempo, pero está en camino”.