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Villa Constitución
Celebraciones el Mes de María
El cura párroco de las parroquias San Pablo Apóstol y Fátima; enumeró las distintas iniciativas previstas hasta el 8 de diciembre, día del gran y tradicional festejo.
El Mes de María comenzó a celebrarse en nuestra ciudad y con él llegaron distintas actividades que llevan a cabo a las parroquias locales. El padre Diego Bulfoni, cura párroco de San Pablo Apóstol y Nuestra Señora de Fátima; brindó detalles sobre cómo la comunidad católica de estas iglesias está celebrando este mes tan especial.
“Es un mes tradicional que acerca mucho a la gente y más aún en este tiempo que nos vamos aflojando de la pandemia y van saliendo las presiones, los miedos y todo lo que hemos vivido”, expresó.
En la explanada de la Parroquia San Pablo Apóstol se realiza todos los días a las 20 la actividad central; en tanto desde la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, cada día la imagen de María llega a un barrio distinto. La actividad comenzó en Arroyo del Medio y así cada día recorre un lugar diferente del radio que abarca la parroquia organizadora.
El Mes de María comienza el 7 de noviembre y se extiende hasta el 7 de diciembre, en la víspera de la Solemnidad de la Inmaculada. Cada 8 de diciembre nuestra ciudad se reúne para celebrar en una actividad conjunta que está en plena organización para su edición 2021. La intención es reunirse en las Dos Rutas como es tradición, o caso contrario en algún otro predio amplio que permita congregar al importante número de personas que asiste cada año. “Todos estamos con esa necesidad de encontrarnos, reencontrarnos, celebrar; así que será un gran acontecimiento”, anticipó Bulfoni.
Por último, dejó un mensaje a la comunidad en este año que está llegando a su fin: “En esta época se junta mucho lo emocional con el cerrar un montón de etapas que son difíciles de procesar por todo lo que vivimos. Es un momento para estar reunidos, disfrutar y compartir serenamente sin que todo lo que está saliendo de adentro nuestro, que es lo que soportamos en la pandemia, nos arrase. Hay que tener mucha paciencia y serenidad; mirar hacia el año próximo desde otro horizonte y poder ir entresacando la presencia de Dios en medio de todo lo que vivimos”.