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Villa Constitución
“Mi camino empezó a las 11 años vendiendo nafta”
Fundador de Autocrédito y uno de los empresarios más reconocidos de la ciudad, tuvo que comenzar a trabajar desde muy chico y fue forjando su destino. Hoy aconseja dos cosas fundamentales: estudiar y cuidar los afectos.
En esta edición compartimos un Personaje de la Semana especial no sólo por el entrevistado, sino también por el entrevistador. Francisco Costa es alumno de la escuela Dante Alighieri; se encuentra desarrollando las pasantías en nuestro grupo de medios, entre diversas actividades que va realizando diariamente, se tomó también un tiempo para, micrófono en mano, preguntar.
En esta oportunidad quiso conocer otra faceta de la vida de Jorge Paganucci, reconocido empresario de nuestra ciudad y fundador de Autocrédito. Una persona que comenzó a trabajar a muy temprana edad tras el fallecimiento de su papá, un hombre que creció y forjó su camino. Que siempre encuentra nuevas cosas para mantenerse motivado y que cree profundamente que el aprendizaje y los afectos son claves para una buena vida.
Con total predisposición respondió a cada una de las inquietudes que le presentó el joven estudiante. Parte de esa linda charla y experiencia compartimos con nuestros lectores a continuación. Felicitaciones Francisco por esta entrevista y muchas gracias Jorge por aceptar la invitación.
Para empezar, me gustaría conocer cómo era tu vida antes de Autocrédito
Mi papá falleció cuando yo tenía 11 años, con mi mamá y mi hermana tuvimos que salir a trabajar así que empecé a vender nafta en lo que hoy es Axion (en aquel momento era Shell) con mis 11 años. Luego mi amigo Rubén Lago me permitió trabajar en el taller de su familia, ahí llegué a ser gerente con 18/19 años. Después pasé por algunas financieras de la ciudad, trabajé en bancos, hasta que me recibí contador. Allí Jorge Serra me asoció a su estudio; y un día Julio y Fabián me invitaron a formar una empresa y trabajábamos para la Mutual Acindar; luego un cambio de comisión hizo que caducara nuestro convenio. Afortunadamente porque eso nos motivó a fundar en aquel momento otra empresa en donde el plan era Autocrédito, y por cuestiones de organización hoy la empresa también lleva ese nombre. Pero todo mi camino empezó así, a los 11 años vendiendo nafta.
Después de todo el recorrido que tuviste, ¿qué te mantiene motivado hoy?
Dentro de las actividades que podemos realizar está la de desarrollos inmobiliarios, entonces estoy en el apoyo a Fabián tratando de acompañar en esos desarrollos inmobiliarios nuevos que se presentan. También las relaciones institucionales me gustan, eso es lo mío. Me encargo de toda la relación con Buenos Aires, con las instituciones. Además que tengo nuevos desafíos como la fábrica de autos deportivos, o el astillero de lanchas. Cosas que me van manteniendo siempre activo. Y por supuesto acompañando a Aldo, a Maximiliano, a Lautaro en las gestiones administrativas, pero ya casi como asesor.
¿Qué consejo le podés dar a las personas?
Cuando me preguntan así, puedo resumir en dos palabras la relación que tengo con mis hijos. A ellos siempre les manifesté que estudien, y cada vez que los veo les digo ‘te amo’. En eso se centra la relación humana. Uno debe estudiar, debe formarse. Hoy con un título se puede conseguir un trabajo. Aquel que tiene un título universitario de algo puede estar seguro: no se va a morir de hambre y va a poder sostener a su familia, con lo cual es importantísimo estudiar, fundamental. La formación abre oportunidades. Y después el afecto, no materializarnos, siempre cuidar las relaciones humanas. Dejar un poco al WhatsApp, el internet y volver al vino y al asado.