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Villa Constitución 05/02/2024

Recomendaciones para evitar el golpe de calor

Evitar la exposición directa al sol, hidratarse en todo momento, tomar precauciones en la alimentación; son algunos de los consejos que brindó el médico. Los grupos más propensos incluyen a niños y adultos mayores.



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Ante las altas temperaturas que se registran en los últimos días, el Dr. Gustavo San Miguel informó cuáles son las medidas preventivas a tener en cuenta para evitar un golpe de calor, especialmente en los grupos más propensos, entre los que se encuentran los adultos mayores y los niños. “Son las poblaciones más vulnerables a la ola de calor, pero todas las edades debemos cuidarnos”, aclaró.
El golpe de calor sobreviene cuando el cuerpo no puede regular su temperatura: la temperatura corporal se eleva rápidamente, los mecanismos para eliminar el calor fallan y el cuerpo pierde la capacidad de enfriarse.
“Fundamentalmente debemos evitar andar en la calle, hacer actividad física entre las 10 y 16 horas, usar ropas claras, sombrero, protector solar. A veces nos acostumbramos a ponernos a la mañana y luego durante el día no, y en realidad hay que renovarlo cada 2 o 3 horas porque la piel lo absorbe y quedamos sin protección”, comunicó San Miguel y agregó que otro punto importante es la hidratación. “Siempre tener a mano la botellita de agua, porque estas altas temperaturas hacen que la piel pierda mucha agua y sales, y eso hace que se compliquen los cuadros de deshidratación. Habitualmente siempre recomendamos dos litros de agua por día, en esta época del año siempre aconsejamos un poco más, llegar a los 3 litros”, comentó.
A su vez, y en relación a los natatorios, el profesional de la Salud dejó en claro que en lo posible debe evitarse hacer uso de las piletas en el horario de mayor exposición solar: “Debemos evitar por ejemplo el sol radiante de las 2 de la tarde, e ir después de las 4 cuando no está tan fuerte”, aclaró.
Otro punto importante es la alimentación, “evitar alimentos pesados porque cuando el cuerpo metaboliza lo que comemos también gasta agua. Lo ideal es comer alimentos frescos como frutas y verduras que a su vez tienen alto contenido de agua y también nos ayudan a hidratar”.
En relación a la actividad física, “es conveniente siempre a la mañana temprano y después de las 6 o 7 de la tarde. No exponerse a hacer una actividad física intensa en horas de la siesta, porque la pérdida de agua es muy grande, no alcanzamos con una botellita a reponer la cantidad que perdemos”. 
A los niños y niñas se les deben ofrecer líquidos con frecuencia, aunque no lo pidan, especialmente agua o jugos naturales; y a los lactantes, darles el pecho más veces en el día. No es aconsejable brindar a los más pequeños bebidas muy azucaradas ni muy frías, ni comidas calientes y pesadas.
Es importante bañarlos o mojarlos con frecuencia, evitar juegos o actividades físicas de mucha intensidad, seleccionar lugares frescos y ventilados; y vestirlos con ropa amplia, liviana, de algodón y de color claro. 
“En los chicos sobre todo extenuar la colocación de protectores solares y evitar la exposición al sol. A veces es muy difícil mantener a un niño encerrado o en la sombra, pero tratar de hacerlo en la medida posible. Ver que siempre esté hidratado, evitar bebidas dulces, porque las que tienen alto contenido de azúcar consumen mucha agua en el cuerpo. Lo ideal es tratar de reemplazar las gaseosas o los jugos por agua”, recalcó San Miguel.
Para prevenir el golpe de calor en las personas mayores, es importante que descansen en lugares frescos y ventilados, que usen prendas livianas y tomen líquidos con frecuencia. 
“En adultos mayores, obviamente ni siquiera sacarlos al sol, y tener mucho cuidado porque el adulto mayor por el proceso normal de envejecimiento tiene una alteración de la termorregulación, es decir, no siente el calor. Entonces hay que vigilar a nuestros abuelos que no estén con mucha ropa por más que sientan frío”, prosiguió. 
Por último, en cuanto a los síntomas que pueden presentarse enumeró: una temperatura corporal extremadamente elevada (superior a 39°), piel enrojecida, caliente y seca, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza palpitante, mareo, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento.