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Villa Constitución 21/12/2023

Martín Robaina, el villense de los ascensos europeos

En una entrevista de color, el futbolista oriundo de nuestra ciudad nos habló sobre su trayectoria, el fútbol -y la cultura- del Viejo Continente y hasta sus días con Diego Armando Maradona en Gimnasia de la Plata.



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De la Liga Regional del Sud al ascenso europeo. Así como suena parece sencillo, pero no estuvo ni cerca de serlo para Martín. Riberas, Duchini, Atlético Empalme, vuelta a la “Academia”, paso por Gimnasia de la Plata y vuelo hacia el Viejo Continente. 
En Europa, Martín llegó a la tercera división de Croacia para jugar en HNK Vukovar 1991, equipo con el cual consiguió un título y el ascenso a segunda. En esta categoría jugó un torneo con este equipo y un puñado de partidos en NK Hrvatski Dragovoljac.
Después de esto, al villense le llegó la oportunidad de pasar al fútbol sueco para disputar la tercera división y no dudó. Así fue como se dio su arribo a Assyriska FF, con quien logró el campeonato y el segundo ascenso de su carrera en la última temporada. 
Con respecto a este último torneo, Martín aseguró que fue de “menor a mayor en lo personal y en lo grupal” porque comenzaron con muchos “altos y bajos”. 
Con el villense ya adaptado al país, al fútbol y al césped sintético, Assyriska tuvo una muy buena racha finalizando el año, que fue coronada con el campeonato y el ascenso a la categoría “Superettan” (segunda división).
Mientras descansa en la ciudad, Robaina se tomó el tiempo de visitar los estudios de “El Show de la Noticia”, donde nos dio mayores precisiones sobre el fútbol sueco y lo comparó con el argentino: “La similitud se puede dar en lo que es la dinámica y la diferencia pasa por que es un fútbol más inocente y no se vive con el fervor que se vive acá”. 
“Es más inocente porque acá vas ganando 1 a 0 y empiezan a desaparecer las pelotas, pero allá no pasa eso. Es un juego muy físico pero se respeta mucho la pelota”, remarcó.
En medio de su gran presente, Martín recordó cómo fueron sus inicios en el fútbol: “A los cuatro años arranqué en la escuelita de Pedro Cuden. Después fui a Riberas, pasé por Duchini y Atlético Empalme, y volví a Riberas”.
“En esos procesos tuve muchos cambios de posiciones. Antes jugaba de “10” y ahora estoy jugando de defensor central o lateral izquierdo”, mencionó.
Además, agregó: “En Duchini y en Riberas tuve los mejores momentos en inferiores y juveniles. También debuté en primera en Riberas a los diecisiete años. Esos fueron los procesos que me fueron fogoneando para irme a Gimnasia y posteriormente a Europa”.
Antes de su paso al fútbol europeo, el ex Riberas del Paraná tuvo su primera experiencia en un club de AFA. Fue en Gimnasia y Esgrima de la Plata. Allí Martín jugó en 4ta categoría y Reserva.
Esos tiempos coincidieron con un suceso histórico en el club -y en el fútbol argentino-: la presencia de Diego Armando Maradona como entrenador de la primera división.
En relación a esto, Robaina rememoró: “Fue algo increíble, era que se te erice la piel todos los días al llegar a cada entrenamiento. Antes de su llegada no había nadie en el predio de Estancia Chica y cuando llegó Diego teníamos periodistas y cámaras por todos lados. Empezamos a vivir una realidad a lo que no estábamos acostumbrados”.
“Tenerlo al Diego cara a cara y que -una persona tan grande como es- venga y te salude con un beso y un abrazo, poder verlo y que te dé una indicación, fue grandioso. Me tocó vivir una experiencia que nunca en mi vida pensé que la iba a vivir”, expresó. 
En esa línea, destacó uno de los aspectos que más le sorprendió del astro argentino: “El tipo abría la boca y te transmitía, te llegaba con cualquier simpleza. Cualquier indicación que él daba, hacía que estemos todos muy atentos”.
“Tuve la suerte de poder conocerlo, que me salude y tener una foto con él. Así que fue increíble”, sumó.
Tras quedar libre de Gimnasia y superada la pandemia, Martín debió buscar otras oportunidades para continuar con lo que más le apasiona en su vida. En ese tiempo en donde se entrenaba por su cuenta, recibió un llamado inesperado que llegaba con la posibilidad de jugar en un equipo de la tercera división de Croacia: HNK Vukovar 1991.
“Pensé que esto es lo que me gusta, de lo que vivo, así que cerré los ojos y me fui”, comentó sobre su arribo al club croata.
En su primera experiencia en el Viejo Continente, Robaina se encontró con dos años y medio de cosas “muy buenas y otras muy malas”. “Haciendo un análisis puedo decir que allí ascendimos, salimos campeones y me forjé como jugador profesional”, precisó.
“Si bien mi vida extra futbolística ha sido un poco más jodida de lo que he vivido en Suecia, puedo hacer un balance bueno de Croacia también”, añadió.
Sobre su primer año lejos de su familia y lo que le costó la adaptación a su nuevo país, Martín dijo: “Como todo principio fue duro y lo sigue siendo hasta el día de hoy cuando me toca irme todos los años. Te empezas a acostumbrar que cuando llegan estas fechas, comenzas a sentir que son los últimos días”.
“Fueron todos procesos muy difíciles, que hay que pasar y hay que vivirlos porque no todo es tan fácil como lo vemos, no todo en Europa brilla”, continuó.
Siguiendo esa línea, resaltó: “Es el mismo esfuerzo y lucha que hacen nuestros seres queridos acá en Argentina. Puedo decir que han sido procesos de menor a mayor, difíciles y por suerte los pude coronar con algo lindo”, en referencia al título y el ascenso conseguido con HNK Vukovar 1991.
Volviendo un poco a las comparaciones de los estilos futbolísticos croata, sueco y argentino, el villense afirmó que en Croacia se encontró “con un fútbol más parecido al argentino porque se entrenaba mucho estar bien posicionado dentro de la cancha y las cosas eran más premeditadas antes de salir a jugar”.
“En Suecia tengo más libertad para jugar con la pelota. Como defensor central he tenido algunas indicaciones que nunca me habían dado, pero es cuestión de adaptarse al fútbol y al país donde está uno”, explicó.
En paralelo, el futbolista hizo hincapié en la cultura sueca porque fue donde conoció “la verdadera Europa”. “Por suerte me toca vivir en Estocolmo y puedo destacar que como país es increíble”, manifestó.
“Por ahí se pasan de rosca de tan organizados que son, pero la verdad es que es un país súper ordenado, no te falta nada y la calidad de vida es alta. Puedo decir que, más allá del clima, el resto es sorprendente”, ratificó.
Con respecto a los europeos, Robaina aseveró que son “totalmente fríos, pero no por ser ´mal llevados´, sino por el simple hecho de que ellos piensan en no molestar al otro”. 
“Por ahí vas caminando por la calle, se te cae algo y no te ayudan porque no te quieren molestar o creen que no te gusta que te toquen tus cosas. Como están todos con ese pensamiento, es como que inconscientemente se evita”, ejemplificó.
Por otro lado, el nacido en Villa Constitución se refirió a su sueño dentro del deporte: “Pasan los años y el sueño sigue siendo el mismo: jugar en la primera división de cualquier país. Tengo la oportunidad de tener el pasaporte europeo y eso te abre una puerta muy grande”.
Para cerrar, Martín enumeró cuáles son sus objetivos en el corto plazo: “El próximo paso será renovar con Assyriska FF y jugar la segunda división sueca. Ya estoy adaptado a la ciudad, al país y tengo un gran cariño por mis compañeros y la gente del club”. 
“Trato de ir día a día. Hoy por hoy, lo más pronto es renovar con el club y seguir preparándome para el torneo que viene”, concluyó el hombre de los dos ascensos en Europa.